Los 11 dominicanos acusados de operar desde el país una red de estafas contra ancianos estadounidenses, enfrentarían una pena máxima de 20 años por cada uno de los 19 cargos que el Departamento de Justicia presentó contra ellos en una corte de Nueva Jersey.
De ser encontrados culpables, el grupo de dominicanos que se comunicaba con personas mayores en varios estados de Estados Unidos con el fin de sacarles dinero, podrían enfrentar un total de 380 años en una prisión estadounidense.
Contra el grupo de dominicanos pesan 19 cargos de conspiración de fraude postal y electrónico, fraude electrónico, fraude postal, conspiración para cometer lavado de dinero y lavado de dinero.
Además de los años de prisión, el Departamento de Justicia indica que el grupo de acusados podría enfrentar una multa máxima de 250,000 dólares por cada cargo de fraude postal y electrónico y una multa máxima de 500,000 dólares por cada cargo de lavado de dinero.
Los hombres trabajaban en centros de llamada (call centers) registrados en la República Dominicana desde donde se comunicaban con los ancianos en Estados Unidos haciéndose pasar por familiares y pedirles ayuda económica para resolver alguna situación, por lo regular un accidente automovilístico.
Sus víctimas eran «abuelos» residentes en varios estados, incluidos Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania y Massachusetts.